Odio los periodos pre-exámenes, son bastante asquerosos… y a partir de ahora presiento que será muchísimo peor… Lo explicaré con detalle:
Últimamente cada día tengo en total dos clases:(la próxima semana se sumara una más) una de anatomía a las ocho de la mañana (para mí esa clase empieza a las 8:10) y de 11:00 a 12:00 de fisiología Inmuno/Neurología. Esta última es un poco ¡¡sorpresa!! Porque nunca sabes lo que tocará ese día. Esto último fue un tema de controversia en cuanto a la posibilidad que hubo de cancelar las comisiones de neuro, ya que; el profesor, en un gesto desinteresado y amable, da los apuntes. La clara confusión entre cuándo es una clase de neuro y una de inmuno deja entrever muchas posibilidades entre los más "ganduloides" del curso para escaquearse de su obligación.
Muy pocas veces he visto yo en fisiología que el número de oyentes sobrepase el número 15, es más, creo que hoy mismo hemos sido menos de 10. En cambio, con las de anatomía, ocurre algo que me resulta bastante gracioso, y es que, toda la manada de ocupados estudiantes dejan de marear una y otra vez los apuntes para venir a la segunda hora, en cierto modo hasta es mágico el poder de reunión que tienen las prácticas: ves a gente que hasta dudas si pertenecen a tu misma carrera. A lo mejor tendrá que ver con que al final de esa hora le tenemos que dar la cartilla de prácticas para que nos la firme, eso sí. La segunda hora de anatomía es aburrida y tediosa, se supone que son prácticas, pero de lo que antes era una entretenida hora en el sótano de los cadáveres (yo era el único que llevaba la bata todos los días), ahora se ha convertido en una genial reseña de todos los pares craneales, exámenes del MIR, que por cierto, están repletos de epónimos, según me he fijado.
Sinceramente, yo me hice una promesa antes de entrar en la carrera, y es de llevarlo todo con calma, sosiego, y asimilar los conocimientos poco a poco para a posteriori poder aplicarlos en gente que posiblemente necesite mi ayuda. En definitiva, de tomármela con calma; y eso es lo que quiero conseguir estudiando Inmunología antes de un examen de Fisiología endocrina que toca este viernes próximo. No soy un chico “aplicado”, como murmuró una de mis carismáticas (si… nunca mejor dicho) compañeras a pasar por mi lado en la biblioteca. Estoy como todo el mundo, hasta el cuello de las “hormonitas”, pero intento tomármelo con calma, como he dicho antes, e intento cambiar de tema cuando me aburro de estudiar una.
Entonces, así está el día a día. Con clases desiertas, de gente confinada en la biblioteca y que por las tardes visitan el Infierno (CULP, Colegio universitario de Las Palmas, la antigua facultad de medicina) para disfrutar del “olor a gambas” que me han dicho que tiene hasta bien entrada la noche.
De todos modos, ¿qué día no será más insoportable que la inigualable y terrible víspera del examen? Donde la ansiedad y el estudio a última hora cobra protagonismo (sin cobrar ningún sentido, al menos para mí), y donde, a falta de personas con las que hablar un poco (todas están mareando por última vez sus apuntes) me pongo a ver vídeos, entretenerme con alguna tontería en el portátil; es más, creo que antes del examen de digestivo/renal me tragué más de 10 capítulos de Happy Tree Friends (varios de ellos de los largos), así que, hoy en día, es raro que me encuentre con uno que no haya visto.
El viernes tengo pensado ponerme a jugar al megaman, si no es que alguien se ofrece a parlotear conmigo para dejar la mente en blanco y en relax… Aunque... mejor ya puedo ir asimilando que tendré que cargar con el mando de la “playstation2” a la facultad…
El CULP huele a gambas, sí señor xDDD
ResponderEliminarVenga ya maestro, no me digas que te aburre estudiar la fisiología femenina xD
ResponderEliminarbueno... ciertamente me parece muy tentadora, y "obviamente" mucho más complicada que la masculina xD
ResponderEliminarMucha suerte cin tus exámenes !!!
ResponderEliminarJejejeje, ahora entiendo por qué te encanta tanto jugar al Counter antes de los exámenes xD.
ResponderEliminarTus entradas cada vez son mejores, aunque la última es un tanto peculiar.