Es un lavado de estómago, pero con manos y de materia gris. |
Su primer y único iluminado fue el fundador, un tal Joseph
Smith, figura controvertida que decía haberse encontrado con el dios judío y su
supuesto hijo. Sus esfuerzos por establecer una teocracia en un país que aún
estaba formando su identidad propia con separación del Estado y la Iglesia es
un misterio, puede que incluso pudiera atribuirse a alguna enfermedad mental o
alguna alucinación loca junto con una personalidad perseverante y pretenciosa.
El caso es que él y su rebaño de ovejas causo un gran revuelo por aquel
entonces, fueron objetivo de la injusticia e intolerancia, y su historia se
convirtió en el cuento de un mártir atontado. El gobierno dejó que procrearan
como conejos en el estado de Utah mientras en el país sobrevenía una guerra
civil (Guerra de Secesión).
A este buen pastor, falso profeta según otras religiones
(aunque para mí, todos son falsos), le siguió la figura de Brigham Young, un
bribón que se aprovechó de la ideología poligámica de la secta para hartarse de
follar en un harén compuesto por más de 50 mujeres. El pobre también era un
poco racista y pensaba que los negros eran los descendientes de Caín, un
pensamiento completamente deleznable, pero… ¡Prrff! Quien puede culparle cuando
hablamos de un país que dejó la segregación racial entrando en el siglo XX, lo
cual es absolutamente penoso. Todavía habrá algún viejete carca, eunuco
reprimido y miembro de algún club de armas de fuego que se queje por la ley de
derechos civiles, escupiendo su asquerosa saliva a la pantalla de un viejo
televisor, atiborrado de hamburguesas y tirado en el sofá mientras su mujer
trabaja día y noche.
No siempre los gordos y barbudos son bondadosos y dulces. |
Una secta con unos orígenes un poco difusos y poco
agradables, que sin embargo, logró atraer la atención de bastantes feligreses
para rellenar sus filas. Actualmente, tienen templos y sedes en muchos países,
y su núcleo se encuentra en Salt Lake City, donde cuentan con una especie de
catedral muy “chic”.
Los mormones pertenecen a quizá la secta más presuntuosa de
todas, afirmando que su objetivo es alcanzar la ideología de los primeros
cristianos (una especie de secta “hippie” utópica y perseguida por los
romanos). Es curioso que el nene que al principio preguntaba a dios por cuál
era la religión verdadera, acabara formando una nueva y que esta acabara
separándose a su muerte. Pero bueno, así es la vida y así es la condenada
religión: tan segregada como lo es la cultura y las opiniones.
Sus costumbres e ideología, son cuanto menos, muy excéntricas.
No digamos ya la obsesión por bautizar muertos y forrar sus partes con calzones
divinos el día de la investidura. Si bien hubo una época en que practicaron la
poligamia como cerdos, llegó un momento en que cambiaron de opinión. Comparten
con los testigos por la misma obsesión de proselitismo obsesivo, pero optan por
llamar la atención y establecer un uniforme sobrio de oficinista: camiseta
blanca, pantalón oscuro y corbata seria. Bien peinados y acicalados, de piel
blanca y fina como la de un bebé a término. Por lo general, rubios y ricos,
ellos mismos se pagan el coste de los viajes para evangelizar. Siempre en
parejas, portan una mochila a la espalda y van de puerta en puerta vomitando
sus ideas extrañas. Una chapa negra colgada de la camiseta blanca revela
siempre su identidad.
Portan consigo su propio libro dogmático: una especie de
libro que se titula “El libro del mormón”, razón suficiente que les ha dado a
esta gente para ser llamados de esta manera. Una serie de textos que se supone
que aclaran diversos aspectos de las escrituras originales, pero que no deja de
ser otra interpretación de la biblia adecuada a ellos y al iluminado yonqui.
La secta está gobernada por un grupo de doce personas
(Quórum de los doce), un grupo de viejos que intenta emular al antiguo grupo de
apóstoles. Sus decisiones tienen la misma validez de esto, asegurándose así que
nadie les contradiga.
Las mujeres mormonas no pueden aspirar al sacerdocio, y
quedan relegadas a tareas sociales. Son vulgarmente entrenadas para ser perfectas
esposas y presionadas para mantener el himen íntegro hasta después del
casamiento. Las relaciones antes del matrimonio están prohibidas para estos
impotentes, así como las caricias íntimas, la masturbación y la pornografía.
Los carcas sectarios aconsejan a los jóvenes esperar hasta los 16 años para
salir a citas, una edad a la que se supone que ya tienen la capacidad de tomar
decisiones sabias (aunque siendo de una secta, esto me parece realmente
improbable). Cuando salen en pareja, reciben consejo continuado para mantener
la polla dentro del calzoncillo. Por supuesto, el adulterio también es un
pecado grave, aunque afortunadamente optan por excomulgar, más que apedrear a
la mujer que lo cometa.
Si hay una cosa que siempre me ha molestado de las religiones
es la negación del placer sexual al ser humano. Estas prácticas absurdas acaban
siendo perjudiciales, impidiendo la correcta maduración sexual y pudiendo
aparecer posibles parafilias en una mente reprimida y cerrada (como la
tendencia de los curas a la pedofilia). Si bien nunca llegué a entenderlo, debo
afirmar que los dioses deben tener envidia de los mortales por no poder mojar
el churro como para pactar leyes así. Gran culpa la tiene la biblia, por
afirmar que el sexo sólo debe considerarse un mecanismo para la reproducción. ¿O acaso es uno de esos famosos
errores que siempre surgen cuando tomamos un libro como guía moral?
A este hombretón no lo dejaron acabar la carrera por participar en un posado fotográfico. Es el pecado hecho en cuerpo, con el paquete enfundado en una braga de metal. |
Utah
seguirá siendo controlada por el sectarismo y el conservacionismo más progre,
una secta que se alimenta sobre todo de sus ovejas más jóvenes para mantenerse
y expandirse. Mucho le queda para librarse de ellos, pues Smith marcó el
territorio con fuego incandescente.
Looool, ¿y toda esta documentacion y opiniones personales surgieron seguro de los mormones que me encontré yo? A lo mejor el que pretendía que me uniera me vio cara de virgen o algo O.O.
ResponderEliminarEn fin, yo no iba a unirme a ninguna religión por muy buena o mala que fuese :P