lunes, 27 de septiembre de 2010

El autor del blog es Cumpleañero


Menudo día de mierda para cumplir. Pero da igual, ya lo celebraré este fin de semana…

Este año me tocó llegar a la veintena, finalmente, y la verdad es que no me quejo, ya me empecé a sentir diferente mucho antes, y mi madre (que siempre tienen un sexto sentido para todo), se dio cuenta de que  sumé 3 cm. a la diferencia de estatura con respecto de ella. Igualmente, estoy más gordo, moreno, ansioso, sin ganas de estudiar, sin ganas de acercarme a la administración para convalidar créditos de libre (soy alérgico a la burocracia), sin ganas de sacar fotos para el carnet de conducir… y un largo etc. Lo único que me apetece ahora es pasar un día tranquilo con cierta “cómplice” de la que dispongo, y celebrarlo por todo lo alto en el asadero de Palos (que por ahora tengo bastantes expectativas negativas sobre él).

Por supuesto, no pienso caer tan bajo como para promocionar el asadero por aquí, para ello sirven las redes sociales…

viernes, 10 de septiembre de 2010

Fundamentalista VS Fundamentalista


La religión lo ha vuelto a hacer…  Imagináos el típico padre musulmán, de sueldo medio (o para lo que se considere “medio” en un país del oriente medio), que cuida de una familia, y que para cuando tiene tiempo libre para jugar con su hijita, va y se larga a una estúpida y agresiva manifestación de horrendos fanáticos quemando banderas de los Estados Unidos, tirando piedras a las bases de la OTAN para que estas disparen a la muchedumbre, y el hombre este acabe comiendo tierra para el resto de sus días; porque la bala, concretamente, atravesó su cabeza y no la de otro.

Los musulmanes, en general, no son como los cristianos (relativamente hablando); y son más fáciles de provocar. Los adeptos al llamado “islam” son más crédulos, luego constantes con las prácticas religiosas que los identifican como tal. Las reglas y obligaciones de esta creencia son, si cabe, más exigentes que las católicas. Pongamos, como ejemplo, los 5 rezos al día, y el hecho de tener que hacerlo siempre en dirección a la Meca. Tienen, además, ciertos mandamientos, menos de aquellos que nos pudo dar nuestra Estúpida Santa Iglesia Católica Apostólica Romana, son bastante rigurosos, y si bien hay algunos que se entienden en el sentido común y la salud de la persona, hay otros bastante extraños, como el de darse un pateo al menos una vez en la vida para darle una vuelta a la “Kaaba”, una especie de estructura cuboidea gigante situada en La Meca. De seguro que dada las circunstancias económicas de muchos adeptos, les resultaría incapaz de realizar este viaje.

Personalmente, le tengo bastante recelo a esta religión, aunque de por sí esta no sea directamente perjudicial. No hay muchas cosas buenas que hayan salido de ella, por lo menos de ahí han salido quizá los más peligrosos fundamentalistas que pueda conocer la historia humana, y por supuesto de ahí se ha surgido el más justificado y poderoso machismo.

Al otro lado del ring se encuentra Terry Jones, un “mostachudo” clérigo evangelista con cara de mala ostia, residente en Estados Unidos, que maneja a su rebaño de ovejas por allá por Gainesville (Florida). Resentido por lo ocurrido en Nueva York hace 9 años, y por el hecho de la posible construcción de un centro islámico en la “Zona Cero” (lugar donde se asentaba el World Trade Center), decide quemar algunos “Coranes”. El Corán es el libro sagrado para los musulmanes (para mí no supone más que un libro de poemas árabes), y casi como la biblia, coincide con esta en ambigüedad de autoría y de interpretación.

En fin, que el majadero ha puesto en vilo a toda la comunidad islámica, a numerosos imanes y políticos, contando con el propio presidente de los Estados Unidos. Inclusive lo llamó el secretario de defensa de los EE.UU. Todos insistieron en que cambiara de opinión, y mientras algunos políticos gastaban saliva inútilmente otros optaron por utilizar la lógica: la quema  pública probablemente llevaría a consecuencias desastrosas, y beneficiaría a muchos grupos terroristas a obtener más candidatos con el cerebro lavado y totalmente ciegos ante la verdad del asunto.

La terrible verdad (para ellos), es que toda la gente en Estados Unidos no tiene la culpa de que un grupo de estúpidos evangelistas fanáticos se dedique a hacer hogueras, en sus ratos libres, usando el papel del Corán. Tampoco la tiene el pobre turista estadounidense, a quien le alertaron de no acercarse a este tipo de protestas en los países del oriente medio (y que de seguro saldrá mal parado si se acerca a una de estas).

Por supuesto, no estoy de acuerdo con ninguno de los bandos: ¿Qué necesidad hay de quemar el Corán? Y por, el otro lado, ¿Qué necesidad hay de ponerse así ante la quema de un libro sagrado?

Por respeto me dirán algunos, pero respeto es lo que más necesita un creyente que no tiene ni idea de cómo defender a su único amigo imaginario. Además, los musulmanes sucumbieron a la provocación y ellos mismos profanaron la bandera del país donde reside el vejestorio evangelista que de seguro, sabía que reaccionarían así. Total, que al final Terry se echó para atrás, pero el mal ya está hecho, porque ya han muerto personas en estas protestas.

¿La moraleja de todo esto? No provoques a los musulmanes, porque entre ellos se esconden fundamentalistas. Y no pararán hasta inculcarte, a la fuerza, de que la mujer vale menos que el hombre, y de que en el cielo te esperan 70 prostitutas dispuestas a entregarse a ti.

¿Qué pensáis ustedes sobre esta polémica, que ha ensombrecido el aniversario del 11-S? 
Absténganse Trolls.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Vida Estudiantil: Empecemos bien... ¿Ok?


El día se acerca poco a poco, el próximo día 13 de septiembre empiezo medicina después de dos años, dos años esperando que las asignaturas clínicas por primera vez se adelanten a las biológicas, y logren el puesto de importancia que se merecen. Dos largos años sufriendo, esperando porque algún día pisemos el hospital, y para cuando, no me siento realmente preparado (por eso digo que este es mi primer año de medicina, porque empezamos a estudiar enfermedades).

Tercero de medicina ya se nos hace una realidad, para cuando antes formó parte del futuro. Pronto será un presente y cuando ya nos queramos dar cuenta, formará parte del pasado. De todos modos, pienso disfrutar de este año como cualquier otro, y prometo llenar mi querida bitácora de las anécdotas, enfermedades curiosas y casos clínicos que pueda ofreceros por aquí; no sin dejar apartadas mis pequeños, pero especiales gustos y “hobbies”.

La verdad, es que los créditos optativos y los de libre configuración están haciendo todo lo posible para subirme el pH y la temperatura de la sangre: en este año que se avecina, solo he ganado 6 créditos de libre y 22 optativos (me falta UNO, para los necesarios para este ciclo). Las asignaturas optativas y de libre, este año, suponen para mí una vaga forma de completar estos requisitos, por obligación (de otra manera no te darían el título). Son asignaturas que la muchedumbre no disfruta, y que yo; intento darles un uso práctico futuro. No pienso cometer el mismo error de haberme metido en “TIB” como el año pasado (aunque ahora agradezco esos 3 créditos de libre).

El curso tiene bastantes asignaturas, tantas, que preferirías no coger ninguna otra más que las obligatorias y troncales. Sin embargo, tanto por las restricciones de la propia beca como de mis actuales condiciones en créditos, no ha podido ser así. De todos modos estoy contento de cómo me he organizado las asignaturas este año. Espero que todo vaya bien y que no tenga problemas por coincidencia de horarios, todo a su tiempo.

El horario está bien, pero como siempre; Medicina es la última carrera que tiene en cuenta las necesidades fisiológicas claves del organismo, y sustituye la hora de comer por una preciosa clase de dos horas sobre Epidemiología y Demografía Sanitaria. Es más, esta se encuentra adelantada de 11 a 12 de la mañana. Supongo que tendré que espabilar este año, y prepararme yo mismo la comida, con la colaboración de que mi madre me pueda comprar los ingredientes para ello. Intentar adaptarme al horario y comer algo de 11 a 12 para luego almorzar al finalizar la clase de patología que acaba a las 3 de la tarde. Qué vida más dura la del estudiante…

Las prácticas serán por la mañana, y se dejarán esperar hasta finales de octubre. Lo que parece es que serán organizadas por grupos, y mientras otros van a tener la suerte de tener nada más empezar, prácticas de patología general, otros rememoraremos los cursos pasados yendo a la sala de microscopía en las prácticas de Anatomía Patológica.

De lo que verdaderamente me arrepiento es de no haber podido terminar con el examen teórico de la autoescuela, así que quién sabe… a lo mejor tengo que faltar a algunas clases o a dos por las prácticas. O a lo mejor lo pospongo para navidades… aún no sé que hacer.

Pero después de todo… ¿Qué nuevos y duros retos nos esperan? ¿Cuántas caras nuevas? ¿Qué anécdotas nos esperan? Ni siquiera dios lo sabe, porque no existe…

viernes, 3 de septiembre de 2010

Ni dioses ni reyes, solo... Andrew Ryan


Hola, soy Andrew Ryan, y tengo una pregunta que hacerte…  ¿Acaso tiene el hombre derecho al sudor de su propia frente? No… dice el hombre de Washington, pertenece a los pobres. ¡¡No!! Dice el hombre del Vaticano, pertenece a Dios. ¡¡¡No!!! Dice el hombre de Moscú, pertenece a todos…
Yo rechacé esas respuestas, en vez de eso, elegí algo distinto… ¡¡elegí lo imposible!! ¡¡Elegí… Rapture!!
Una ciudad donde el artista no tenía que temer al censor, donde el científico no estaba limitado por la nimia moral, ¡¡donde los grandes no estaban constreñidos con los pequeños!! Y con el sudor de tu frente, Rapture también puede ser tu ciudad…

Me llamo Andrew Ryan, y soy el creador de Rapture. Hoy, en 1959, ya han pasado meses desde que empezó a desolar la ciudad una guerra civil que empezó con un provocado ataque al restaurante Kashmir, muriendo montón de gente que ha sabido ganarse un puesto en mi urbe.

Ni siquiera en mi propia ciudad, a varias millas de cualquier costa, y a metros y metros de profundidad. Los parásitos nunca han dejado de molestarme. Siempre al acecho, escondidos en cualquier esquina, armados con plásmidos y armas caseras; buscando siempre el mejor momento para asesinarme. Y ahora lo han hecho… han vuelto loco a todo habitante de Rapture, han hecho que se rebelen contra mí y contra mis ideas. Ahora todo el mundo en Rapture lucha por sobrevivir: luchan entre sí por defenderme o anquilarme, se inyectan esa mierda una y otra vez para convertirse en superhombres y tener poderes, a cambio de su estabilidad mental y la integridad de su cuerpo.

Una vez poblada por la gente más guapa e inteligente de la tierra, ahora mi ciudad se ha convertido en poco más que un manicomio lleno de mutantes que sólo son una sombra de lo que fueron: artistas, célebres científicos, grandes ingenieros y médicos.

Me obligaron a convertirme en un déspota, y a controlar muchos de ellos para defender el último reducto de mis ideas. He mandado a ejecutar un toque de queda, a encerrar a miles en psiquiátrico a los que no aceptaban mis designios, “Olimpus Heights” está lleno de sus cadáveres crucificados, y su sangre mancha los cristales, con los que anteriormente se podía vislumbrar lo maravillosa que era esta ciudad submarina. Pero son ellos los que me traicionaron, ¡malditos parásitos!

Yo les dí todo lo que había deseado el hombre, yo les ofrecí una filosofía con la que se podía vivir en la tierra. Yo no quería que fuesen ejecutados, yo tampoco deseaba matar gente, cuando decidí el sitio donde construir una utopía perfecta para los hombres.

Yo solo deseaba libertad. Libertad para que el hombre pudiera hacerse a sí mismo sin tener los prejuicios de los gobiernos y de la religión limitándolo y encarcelándolo, pidiéndole su parte como si de verdad tuviese derecho a una parte del esfuerzo de un ser humano.

¿Qué derecho tiene el pueblo a obligar a los empresarios a pagarle un seguro, y por las mismas, qué derecho tiene el empresario de explotar a sus trabajadores? ¿Qué sentido tienen los derechos positivos, más que un derecho a esclavizar a los demás?

Yo abogué por la libertad individual, por el derecho que tiene el hombre de no ser esclavizado por los que están por debajo. ¿Por qué debería, siquiera, ser considerado por la gente que no conoce y que está debajo de él? Al fin y al cabo, ¿de qué sirve el sacrificio personal sin buscar el interés propio? ¿Es tan malo buscar el interés propio en un mundo donde todo son falsas esperanzas, donde el ser humano se convertirá en el polvo de estrellas que fue de donde nació? La vida es muy corta, pero le da tiempo al hombre a intentar ser grande, después de todo ¿para qué perder el tiempo adorando a un dios, amando tu patria, cuando puedes celebrar tu propia grandeza?

El gobierno y la religión son parásitos que siempre han intentado instruir a las personas en el infame arte de la humildad, cuando este siempre ha tenido el derecho de sentirse orgulloso de sí mismo, ha intentado alejarnos del extremismo, y ponernos en guerra contra nosotros mismos y con la realidad que lo rodea. Siempre nos ha querido limitar, controlar, regulando a la mayoría de las personas que de otra manera sobresaldrían por encima de ellos.

Os dí lo que queríais, el capitalismo puro, “laisse-faire”, donde las personas se tratan unas a otras no como amos o esclavos, pero sí como comerciantes. Un sitio donde no hubiera ningún tipo de poder que interviniera en el mercado, y la ley de la oferta y la demanda predominase en todos los ámbitos de la vida.
¿Si esta es una filosofía correcta, porqué todo ha tenido que acabar así? ¿Quién tiene la culpa? ¿Yo? por ofreceros una utopía donde el egoísmo es una virtud, sólo hecha para entidades perfectas, ¿o ustedes? Que abrazaron una sociedad basada en la recombinación genética, donde ser feo e imperfecto y débil es inmoral.

Rapture empezó a agonizar en 1959 para convertirse en una cruel distopía. Estuve labrando 14 años y todo acabó en esto. Nunca ha existido un lugar para mí fuera de esta ciudad y estoy decepcionado; de hecho, no hay lugar para mí en esta realidad, por lo que después de todo, ¿Qué tiene de malo dejarse matar por su propio hijo, controlado por tu peor adversario? Es lo que me merezco.

Ya que está tardando, jugaré un poco al golf mientras le espero…

Ultimo testimonio de Andrew Ryan, antes de morir.

¿Me estáis preguntando que es esto? Pues un pequeño tributo a bioshock, porque se lo merece. Es la primera vez que un juego (y encima shooter) no solo logra conseguir un argumento tan profundo que te acaba atrapando, una ambientación sorprendente, un giro argumental épico y una jugabilidad asombrosa. Es una llamada de atención hacia los extremismos, y hacia la imperfección del ser humano a través de la gran tragedia que supone la historia de Rapture.

Las ideas que aquí se exponen no son mías, pertenecen a esa corriente de pensamiento llamada Objetivismo. ¿Os imagináis vivir en un mundo donde absolutamente todo se dirija por las leyes de la oferta y la demanda? Donde cada uno tiene derecho a pisar a los que están por debajo de él, donde no tiene ningún sentido sacrificarse por los demás, a no ser que sea a cambio de algo. 

Entonces, amigos, estáis preparados para vivir en Rapture...

jueves, 2 de septiembre de 2010

Freaks Travellers: Cierre y Despedida (III)



Finalmente, ya rozamos el final de nuestras crónicas. Ya pasaron dos semanas y la tercera ya está por acabar. Ha pasado ya mucho tiempo  desde la primera vez que conocí a la anfitriona de Ashford, a su hijo, sus hermanas y los dos colombianos que llegaron el domingo de la anterior semana. No obstante, tenía la sensación de que llevaba allí solo unos días.

Gemma, la que había sido mi profesora durante las dos primeras semanas –y de quien no me pude despedir al final– había cambiado por un profesor más soso y aburrido, Mark. De todos modos me arrepentí de haber pensado lo aburrido que era, después de explicarle el argumento del Resident Evil a una de nuestras desinformadas compañeras, ganó bastantes puntos.

En esta semana hicimos pocas cosas, si lo comparamos con nuestra actividad en las dos primeras semanas. Tuvimos la oportunidad de ir a ver el segundo y último musical en nuestra alegre y vivaracha estancia en Eastbourne. De hecho, el teatro se encontraba en la ciudad, no muy lejos de mi casa, y bastante de “Old Town”, donde vivía la Prusiana –siempre se daba el mismo caso–. Total, que tuvimos una buena ración de “Gotta Sing Gotta Dance” en los que disfrutamos de cómo unos pocos actores se esforzaban en darnos un popurrí, resumiendo lo que fueron los musicales hasta nuestros días en solo dos actos de una hora cada una. No fue tan espectacular como “Wicked”, pero nos sirvió para que nos dejara un sentimiento de pena, al no haber podido asistir a los últimos musicales que expusieron. El mal sabor de boca con el que nos dejó fue completamente espectacular…

Una noche de la semana estuvo hecha solamente para que los habitantes de tan tranquila ciudad parte de la noche esperando a ver los espectaculares fuegos artificiales que se lanzaron desde el malecón de Eastbourne (al que llamábamos “Pier”). Yo fui con mi familia, el domingo de la segunda semana, justo el mismo día en el que los dos colombianos llegaron a la residencia, dispuestos a acompañarme por la última semana.
Poco pasó durante esta semana, más que intentamos, por todos los medios, de disfrutar de todo cuanto teníamos al alcance: El “Starbucks”, una pastelería que había bastante cerca, el “Sunflowers Café” (un sitio donde te preparaban platos, donde su simpleza contradecía con su calidad), la leche, hablar el idioma anglosajón, al que definitivamente, después de esta pequeña aventura, le he cogido un cariño enorme.
Especial mención fue mi pobre despedida con mis amigos de la escuela. Ya había salido con ellos durante bastantes noches, en una apresurada búsqueda por un Pub que deje entrar a menores a tomarse una simple “Coca-cola”, pero las leyes con respecto a eso son mucho más rigurosas allí. Una vez se recorrieron cerca de 4 pubs en una sola noche, y los acabaron echando de todos, para luego acabar en la playa, simplemente charlando o jugando a juegos, que bajo mi punto de vista, resultaban bastante infantiles y aburridos. Les agradezco el último día, que me invitaron a cenar con ellos a un restaurante italiano (con nombre bastante Brasileiro:” Mo Mambo”) donde pude probar por primera vez la “Calzoni”, una especie de pizza que se dobla y se encierra así misma, como si se tratara de una especie de “burrito”.

Finalmente nos fuimos de nuevo a la playa, donde la brisa marina y el alumbrado del malecón invitaban a descansar bajo las cómodas piedras (en caso de que esas sean lo suficientemente pequeñas), eso sí, seguía siendo fresco, por lo que era recomendable ir algo abrigado. Al final, los dejé allí, en un banco de la playa jugando a un pseudojuego de cartas, que consiste básicamente en que hay un “asesino” que cada sesión va matando a los demás jugadores. Las cartas simplemente sirven para saber quiénes es el asesino (el que saque un As) y en cada ronda se elige por unanimidad quien puede serlo, y este tiene que mostrar su carta para saber si los demás han matado a un inocente o han cogido al verdadero perpetrador de los asesinatos. Al principio la gente suele sospechar de alguien según quienes mueren, o de quienes se callen la boca y luego a mitad del juego se pongan a opinar (por este motivo me acusaron a mí, que por supuesto era inocente).
Finalmente, llegó ese tan temido día en que nos teníamos que ir, tras un buen chapuzón que nos dimos el sábado en una piscina cubierta el sábado. Llegó el día en el que teníamos que recorrernos parte del sur de Inglaterra para llegar a Bournemouth (no estaba precisamente a la vuelta de la esquina) y tomar el avión que finalmente nos llevaría de vuelta a nuestra isla. Como es de esperar, Inglaterra se despidió llorando de nosotros, y en efecto, no dejó de llover hasta que comenzamos nuestro viaje, y las últimas gotas de lluvia de disiparan completamente con la velocidad que tomó el avión al despegar.

De este viaje, me quedaron muchos recuerdos, y por ello, tengo que agradecerle a mucha gente lo que ha hecho por mí durante el viaje. A mi anfitriona y a su familia, a mucha gente que conocí en la escuela, pero por supuesto, de quién no me tengo que olvidar es de la pequeña patriota que me acompañó durante mi viaje y que lo organizó absolutamente todo (a ver si deja de una vez de arrastrármelo por la cara, antes de que yo le arrastre que no fue de marcha conmigo ninguna noche). Mi compañera de viaje, orgullosa alemana; fría como el témpano, con un carácter ardiente, un poderoso hígado y una labia con la que puede dramatizar cualquier situación. Provocando, por supuesto, que cualquier insulto parezca que le estas hiriendo sus más profundos sentimientos.

Es una chica que sin duda, muy pocos la tendrían como amiga, no porque sea antipática o padezca de fobia social, sino por ser tan especial que es difícil comprenderla. Por ello, y también porque estas primeras semanas de agosto me han servido para conocerla mejor, le dedico esta última entrada con la que doy el cierre a tales inolvidables vacaciones.

Y ahora que se acerca tercero…